Aunque a priori pudiera parecerlo, Wonder Woman no es una película de superhéroes más. La nueva película del universo extendido de DC Cómics es algo así como un film salta barreras. La película dirigida por Patty Jenkins y en la que Gal Gadot vuelve a dar vida a la mujer maravilla tras presentar al personaje en Batman v Superman es ya el film de acción real más taquillero de la historia dirigido por una mujer (pronto superará los 665 millones de Kung fu panda, película de animación dirigida por Yennifer Yuh), siendo también la película de mayor presupuesto realizada por una mujer. La cuestión no es baladí, y supone un significativo avance en una industria marcada por la profunda desigualdad de género. Resulta curioso que, a pesar de tratarse de un género de moda que ha dado decenas de títulos en los últimos años, hayan tenido que pasar nada menos que doce años desde la última cinta de superhéroes protagonizada por una mujer: la flojita (por decir algo) Elektra. Esperemos que la brecha que ha abierto Wonder Woman sea aprovechada con nuevos títulos de calidad en el futuro, con grandes presupuestos y confianza en la visión de las cineastas. El blockbuster no puede ni debe ser coto privado de machos.
La pregunta pues es, ¿está Wonder Woman a la altura de lo que se espera de ella? Absolutamente sí. La película de Patty Jenkins es épica, divertida, emocionante, fresca y, por encima de todo, con corazón. Percibes pronto que es una obra hecha con mimo y convicción, destilando amor verdadero hacia el personaje y su universo. Me encanta la visión del mundo y la de los humanos que lo poblamos que da el film, la pureza, incluso inocencia que destila la heroína, sus férreos valores, el shock cultural que sufre con su llegada a nuestra realidad, en la que se suceden tanto momentos cómicos como otros en los que afloran interesantes reflexiones sobre la sociedad occidental.
Wonder Woman no inventa la rueda pero fabrica un neumático de los buenos. Se trata de una cinta de orígenes de un superhéroe y en su camino encontramos una serie de lugares comunes y se nos presentan a unos personajes que nos son familiares de otras producciones de este tipo. Lo interesante es pues el cambio de mirada, el intercambio de roles entre los personajes principales y lo bien medido que está todo. Introducción, nudo y desenlace, una historia clara y un viaje de lo más satisfactorio desde el descubrimiento hasta la consolidación. Una película que, como sabemos, forma parte de un universo compartido pero que funciona a las mil maravillas como película en solitario. A ello ayuda que se trate de una historia ubicada mucho tiempo antes de los eventos narrados en El hombre de acero o Batman v Superman, sin necesidad de cameos ni otras cosas metidas con calzador. Es la película de Wonder Woman, ella es dueña y señora, y logra brillar de lo lindo.
Los personajes tienen personalidad (esto puede parecer muy básico, pero no es tan fácil ni de lograr ni de encontrar), te importan y eso te mete de lleno en la acción. Destacan, como no podría ser de otra manera, una estupenda Gal Gadot totalmente identificada y mimetizada con su icónica Diana y los valores que desprende. La presencia de Chris Pine es todo un acierto de casting, pues logra insuflar a su Steve Trevor un gran carisma y una muy agradecida vis cómica. Es un tipo al que se le coge cariño. Del resto destacaría la poderosa presencia de las amazonas Robin Wright y Connie Nielsen, siempre es un lujo verlas en pantalla y más aún repartiendo estopa. Los villanos bastante correctos, es una de las lacras del cine superheróico en general, pero lo cierto es que aquí salen bastante airosos sin tratarse de unos villanos memorables.
Si hay una palabra que viene a la mente a la hora de hablar de Wonder Woman esa es épica. Tanto en las escenas iniciales en la espectacular isla de Temyscira como en el resto de la película las impresionantes escenas de lucha se suceden sin que puedas evitar dar más de un respingo en tu asiento. En varios momentos se nota la influencia de Zack Snyder en esos slow motion marca de la casa, las balas flotando y las batallas nocturnas. Visualmente es espectacular, aunque en ocasiones se note más de lo que debería el inevitable CGI, y la banda sonora logra elevar esa épica de la que hablo en numerosos momentos. Ahí tenemos el ya mítico Is she with you?
Wonder Woman es un éxito de la sencillez que cautiva gracias a su poderoso (en muchos aspectos) personaje principal y sus acompañantes de viaje, a la conseguida épica y trascendencia de su mensaje, por tratarse de una película que aúna buen humor y drama -no olvidemos que está ambientada en los años de la Gran Guerra y los horrores de la contienda quedan bien reflejados- que logra lo que mucho esperamos sentir en una sala de cine: esa estimulante e imperecedera sensación de maravilla.