Hoy sería un estreno más, pero creedme si os digo que cuando se estrenó la primera ‘X-Men’ hace 16 años fue una película de lo más novedosa. Aún faltaban un par de años para el primer Spiderman del séptimo arte y unos cuantos más para que Marvel Studios comenzara su andadura con Iron Man. El cine de superhéroes se limitaba a la saga de Batman (cuya calidad bajó de forma drástica con las películas de Schumacher), el Blade de Wesley Snipes y poco más, recuerdo que hubo una película de Spawn que no estaba del todo mal. Pero eso era todo, apenas un estreno superheróico al año, o ni eso, nada comparado con la era del cine de superhéroes que vivimos hoy día. Por eso, insisto, los X-Men de Bryan Singer eran un soplo de aire de fresco para el cine de acción.
La película, que arranca con una espectacular escena introductoria con un joven Magneto, nos muestra a una sociedad en la que existen unos humanos con características o poderes especiales, los mutantes, algunos de los cuales aprenden a controlar sus dones (o maldiciones, según se mire) en el Instituto de Charles Xavier, el profesor X al que da vida Patrick Stewart. La acción llegará cuando Magneto (Ian Mckellen) secuestre a un senador y ponga en práctica un plan que podría cambiar el destino de la raza humana para siempre.
Aparte de ser una película muy entretenida y con buenas secuencias de acción y efectos especiales, lo más destacado de ‘X-Men’ es la presentación de un reparto coral bastante acertado. Destaca, como no podía ser de otra manera, Hugh Jackman interpretando a Lobezno, el papel por el que se convertiría en una estrella de Hollywood y que ha interpretado hasta en seis ocasiones más. La última, de momento, en la inminente ‘X-Men: Apocalipsis’. Otro actor al que su personaje le va como anillo al dedo es el gran Ian McKellen como el villano Magneto, así como el citado Stewart dándole la réplica como su eterno amigo/enemigo Charles Xavier. ‘X-Men’ cuenta también con una apreciable galería de personajes femeninos: Jean Grey (Famkee Jansen), Tormenta (Halle Berry) y Pícara (Anna Paquin) del lado de Xavier y la peligrosa Mística (Rebecca Romjin) en el bando de Magneto. Ahí reside la fuerza de estos mutantes, de estos X-Men, en unos personajes atormentados que luchan por su reinserción en una sociedad que les desprecia pero a la que no dudan (los buenos, claro) en intentar salvar.
La película, aparte de ser un gran éxito que propició dos secuelas, precuelas y las películas de Lobezno, fue algo así como los cimientos del gran boom del cine superheróico de la actualidad. Quizás haya envejecido algo en estos años, puede que no sea tan espectacular como las producciones actuales de Marvel, ni tan profunda o épica como al trilogía del caballero oscuro de Nolan, pero sin duda ‘X-Men’ es una película reivindicable. Una disfrutable aventura, acción y drama, y alguna de las mejores adaptaciones de personajes del noveno al séptimo arte de la historia.
-¿De verdad salís con estos trajes? – Lobezno.
–¿Qué prefieres? ¿Licra amarilla?- Cíclope.