Esta noche se celebra la 88ª Edición de los Premios Oscar. ‘El Renacido’ y ‘Mad Max: Furia en la Carretera’ parten con más nominaciones, si bien algunas quinielas ya dan a ‘Spotlight’ como gran favorita.
Antes de que dé comienzo la ceremonia me gustaría compartir con vosotros las que son mis principales favoritas. Como todos los años, entre las nominadas encontramos desde grandes películas hasta inexplicables presencias.
A continuación, estas son mis películas favoritas de los Oscar 2016:
1.- Mad Max: Furia en la Carretera (George Miller).
Ya lo dije en su momento al elaborar la lista con las mejores películas de 2015. ‘Mad Max: Furia en la Carretera‘ es mi película favorita del pasado año. Ningún otro filme me ha hecho contener tanto el aliento y disfrutar en la butaca, sin ningún género de placer culpable, como lo ha hecho la impresionante cinta de George Miller. Desde su aspecto visual y sonoro, pasando por un reparto en estado de gracia y el reto narrativo que supone su esencia de película en constante movimiento. ‘Furia en la Carretera’ es desde ya un referente para el cine de acción y futurista que bien merece llevarse el premio gordo esta noche. No obstante, desde ‘El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey‘ la Academia no premia un blockbuster y es raro que vuelva a repetirse el caso.
2.- La Habitación (Lenny Abrahamson).
Posiblemente el extremo contrario conceptual a la anterior. ‘La Habitación’ es un drama intimista y minimalista conmovedor. Un desgarrador y aterrador relato que hiela la sangre y que, con escasos medios, multitud de recursos y toneladas de talento, cuenta una historia que llega al corazón. Ninguna otra película ha conseguido arrancarme unas lágrimas, ni siquiera en años. Pero ‘La Habitación’ lo consigue. Pocas veces una voz en off me ha resultado tan justificada, necesaria y sincera. Es difícil hablar de la película sin entrar en detalles, a pesar de que su promoción ya la ha destripado al espectador medio. Aún así merece la pena no saber nada de ella y dejarse sorprender por esta auténtica joya.
3.- El Renacido (Alejandro González Iñárritu).
A pesar de situar el último filme de Iñárritu en el tercer puesto, bien podría considerarlo un empate con la anterior. El realizador mexicano, ya en perfecta simbiosis con Emmanuel Lubezki, consigue trasladarme a una América salvaje, sentir el frío en los huesos y el dolor de su protagonista. Hay ambición en su puesta en escena, pero también poesía y belleza. Puede que su argumento peque de sencillo, pero se remonta a sentimientos básicos del ser humano como la supervivencia y la venganza. La victoria de ‘Birdman‘ del año pasado puede que pese sobre sus opciones esta noche, pero no tendría por qué, pues ‘El Renacido’ es una película inmensa que bien merece este reconocimiento. Puro cine.
4.- Spotlight (Thomas McCarthy).
A partir de aquí comienzan las películas cuya victoria me supondría cuanto menos una decepción. Quizás en menor medida si finalmente ‘Spotlight’ resulta ser la ganadora. La cinta narra con pulso, evitando toda clase de sensacionalismo y manierismo, la más que interesante investigación sobre los casos de abuso sexual encubiertos por la Iglesia Católica. Una historia necesaria en tiempos donde la censura y la sobreprotección a las religiones está a la orden del día. El reparto está más que acertado y hasta resulta vibrante por momentos, pero le falta ese último toque de personalidad, incluso de arrojo, necesario para hacer de ella una gran película. Al final, aunque buena, no deja poso y se olvida a las pocas semanas.
5.- Marte (Ridley Scott).
‘Marte’ supone el regreso de Ridley Scott a la ciencia ficción, si es que es la puede considerar como tal, y su reconciliación con el público, después de numerosos descalabros como ‘Exodus‘ o ‘El Consejero‘. Es divertida, estimulante y visualmente una delicia. Hasta podría decirse que es la versión cachonda y desenfada de ‘Gravity’. Aún así, no es una película de Oscar. Los personajes, más allá de su protagonista, un espléndido Matt Damon, no son más que peleles intercambiables. Cada vez que la cámara se aleja del planeta rojoel ritmo languidece y la cinta pierde interés. Tampoco termina por resultar emocionante, lo que resta enteros en una película sobre supervivencia. Sobre la misma temática se han hecho películas mucho mejores, como por ejemplo ‘Náufrago’.
6.- El Puente de los Espías (Steven Spielberg).
Tenía muchas esperanzas con la última película de Spielberg, quien siempre será para mí uno de mis directores favoritos. Su reencuentro con Tom Hanks y la pluma de los hermanos Coen apuntaban a que ‘El Puente de los Espías’ debía ser la mejor película del año. El hecho de que simplemente no lo sea la convierte, siendo una película más que aceptable, en una de las mayores decepciones del año. Tras un inicio prometedor y una primera mitad espléndida, el filme opta por convertirse en un convencional retrato de autobombo hacia el héroe americano sin lugar a grises. La labor de Spielberg apenas se nota, el personaje de Hanks es demasiado blanco y transparente, el dibujo de la URSS durante la Guerra Fría es simple. Incluso adolece de elementos rancios como la historia relativa a la familia del protagonista. Duras palabras para una película que, sinceramente, es más que aceptable, pero no para quien es capaz de perpetrar grandes obras como ‘La Lista de Schindler’ o ‘Munich’.
7.- Brooklyn (John Crowley).
La película protagonizada por Saoirse Ronan bien podría haber sido estrenada hace cuarenta años y apenas se notaría la diferencia. Y puede que eso mismo sea su mayor virtud. Pero más allá de su lograda ambientación y el esmerado trabajo de la actriz, ‘Brooklyn’ es una película plana, inocente y del todo insípida. La historia de amor no se siente, y por ende el dilema de su protagonista no terminar de calar. Sin tampoco llegar a ser una mala película, su inclusión entre las nominadas me parece del todo inexplicable por ser del todo olvidable e inerte.
8.- La Gran Apuesta (Adam McKay).
Sin lugar a dudas, la peor opción de esta noche sería la última «comedia» de McKay. ‘La Gran Apuesta’ intenta satirizar y hacer comprensible para el espectador la crisis financiera. En su intento termina por ofender al mismo, alternando acelerados diálogos de jerga financiera indescifrable con ridículas e infantilizadas explicaciones mirando a cámara, como si de un recurso ingenioso se tratara cuando en realidad apesta a gandulería y chulería. Trata a sus protagonistas como su fueran héroes cuando en realidad forman parte del mismo círculo de sinvergüenzas que pretende ridiculizar. Lo peor de todo es que desaprovecha por entero un reparto lleno de excelentes intérpretes.
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