Título original: Lost River. País: EE.UU. Año: 2014. Duración: 95 min. Dirección: Ryan Gosling. Guión: Ryan Gosling. Música: Johnny Jewel. Fotografía: Benoit Debie. Reparto: Christina Hendricks, Saoirse Ronan, Iain de Caestecker, Eva Mendes, Matt Smith, Ben Mendelsohn. Productora: Bold Films / Marc Platt productions / Phantasma. Género: Drama. Fecha de estreno (EE.UU.): 10/04/2015. Fecha de estreno (España): 17/04/2015.
Todos conocemos a Ryan Gosling. El guaperas que se dio a conocer con ‘El diario de Noah’, se forjó un nombre a base de buenas interpretaciones en un buen número de películas independientes y que pasó oficialmente a convertirse en uno de los actores de moda gracias a su papel del duro y sensible conductor en la estupenda cinta de acción ‘Drive’. Pues bien, en ‘Lost River’ tenemos a otro Ryan Gosling, al director-guionista, nueva faceta que el canadiense ha abrazado no con poco riesgo. En una reciente entrevista decía que lo más fácil para él hubiese sido dirigir una película del estilo de las últimas que ha estado haciendo y protagonizarla él mismo. Pero no, nada de eso, Gosling ha optado por dirigir en su ópera prima una película extraña y oscura, rodeada de una atmósfera opresora y malsana alejada de los cánones hollywoodienses. Y eso es algo que hay que decir en su favor, ha sido valiente, se ha arriesgado.
‘Lost River’ cuenta la historia de Billy (Christina Hendricks), una madre soltera con dos hijos que malvive en los suburbios de una gran ciudad cuya extinción parece cercana. Mientras ella acepta un nuevo trabajo en el club más raro del mundo para poder pagar la hipoteca al banco, el hijo mayor, Bones, se las tiene que ver con Bully, el psicópata chatarrero de la mafia del cobre, y con Rat, su extraña vecina que vive con su no menos especial abuelita. Con el firme objetivo de salir adelante a pesar de todas las dificultades, madre e hijo tratarán de hacer todo cuanto esté en sus manos para revertir una situación cada vez más miserable.
Película extraña donde las haya, ‘Lost River’ se vale de una atmósfera y una escenografía visualmente potente para contar una historia de superación y enfrentamiento a los monstruos que nos acechan en la vida. Un mundo desangelado y en ruinas de paredes a medio derruir y maleza creciendo en medio de amplias avenidas, testimonio de lo que un día fue, ambientes decadentes y opresivos, personajes al límite envueltos en una oscuridad que confiere a la realidad un aspecto infernal y desapacible. Todo rodado con estilo, cuidando cada plano, jugando mucho con los colores, las luces y las sombras. Gosling toma prestada la atmósfera lynchiana y ciertos toques de violencia y la estética de neones de su viejo amigo Winding Refn, eso sí, pasándose un poco e infundiendo a todo un mal rollo que se hace, por momentos, excesivo. Al igual que es excesiva la oscuridad que imprime al film, ésta nos regala en ocasiones imágenes bellísimas mientras que en otras muchas no vemos nada salvo la pantalla en negro.
A pesar de eso la fuerza del film reside en lo visual, en el que destacan algunas escenas remarcadas por una acertada banda sonora que ofrecen un desconcertante hipnotismo. Una conseguida atmósfera inquietante que oprime pero una historia y unos personajes que no atrapan. La película cuenta con un guión parco en diálogos en el que las escenas se suceden sin que tengas demasiado claro hacia donde va la cosa y sin que llegue a importarte mucho. No llega a ser aburrida, pero sí que cuenta con un desarrollo lento, de recreo en las imágenes sugerentes y en la oscuridad, mientras los personajes van haciendo sus cosas.
Junto a lo visual, el otro punto fuerte de ‘Lost River’ es la presencia e interpretación de Christina Hendricks. En el reparto figuran nombres reconocibles como Saoirse Ronan (‘El gran hotel Budapest’), Ben Mendelsohn (‘Cruce de caminos’) y la propia esposa de Gosling, Eva Mendes, en un pequeño y poco trascendente papel, pero la figura que brilla entre tanta oscuridad es la pelirroja Hendricks.
La primera película como director de Ryan Gosling es una extraña fábula sobre la crisis, las dificultades de la vida y la necesidad final de enfrentarte a los monstruos. Es lenta, rara, muy poco comercial. Una propuesta que se desmarca de lo convencional, que puede resultar tan llamativa en algunos momentos como exasperante y vacua en otros.