Tras una exitosa primera edición, el festival Americana vuelve a Barcelona con más cine independiente norteamericano, en esta ocasión dividido en tres categorías diferenciadas: Tops, Next y Back. En La voz en off volvemos a cubrir el festival una vez más desde los Cinemes Girona.
The Better Angels
‘En un lugar sin ley’, la película de David Lowery que clausuró el festival en la pasada edición, tenía ciertas evocaciones al cine de Terrence Malick y más concretamente por argumento a ‘Malas Tierras’. Justamente Malick se encarga de producir ‘The Better Angels’, el debut en la dirección de A. J. Edwards, editor y operador de cámara en diferentes películas del veterano director de Waco. El filme repasa algunos años de la infancia de Abraham Lincoln de su familia en la Indiana rural de principios del siglo XIX, donde se muestra como un niño callado, que según su madre tiene un don. Su relación con su padre, madre y posteriormente madrastra recuerda a la que tenía lugar en ‘El árbol de la vida’. Ellas representan una imagen angelical, amable, cariñosa y esencial para él, con las que se muestra más abierto, mientras que su padre se presenta como una persona muy estricta y severa, pero capaz de aconsejarle en muchos aspectos de la vida para ayudarlo a madurar a una edad muy temprana y fuera capaz de actuar como un adulto en la toma de sus decisiones.
La película utiliza una narrativa muy visual en sus imágenes con una fantástica fotografía en blanco y negro, capaz de destacar toda la belleza de la natura que envuelve el lugar con altos árboles, la inmensidad del campo abierto y el rio donde se bañan, escenas que predominan a las palabras con escuetos diálogos y una narración en voz en off de la historia a cargo del primo de Lincoln en su vejez. Eventos como la muerte, de gran impacto para Abraham siendo tan joven, se exhiben a través de simbolismos y momentos oníricos que buscan causar una experiencia visual y emocional en el espectador. En el aspecto de la tipología de los planos, como ocurre en el cine de Malick, destacan los contrapicados y los primeros planos de los diferentes personajes. ‘The Better Angels’ permite conocer en una etapa de niñez desde un punto de vista poético al que se acabaría convirtiendo en el decimosexto presidente de los Estados Unidos.
Faults
La sátira, el humor negro y el thriller se unen en ‘Faults’, el debut en un largometraje de Riley Stearns, con la sectas de telón de fondo de la historia. Ansel Roth, experto en introducirse en la mente de las personas, requiere los servicios de una pareja para que pueda devolverles a su hija Claire, atrapada en una secta llamada Faults. La película destaca por las falsas apariencias de sus personajes y sus mínimas localizaciones, ya que su gran parte tiene lugar en dos habitaciones conectadas de un motel. Las muy discutibles prácticas de desprogramación de Ansel, marcadas por sus deudas con su ex-mánager y un hecho ocurrido en el pasado con una clienta, chocan con la mente de Claire, mucho más infranqueable de lo que puede parecer en un principio, que acaba derivando a un juego y una batalla psicológica de inesperadas consecuencias para Ansel. Cabe destacar el buen trabajo de sus dos protagonistas, Leland Orser y sobre todo Mary Elizabeth Winstead, muy inquietante en su papel.
Un guión muy sólido, con momentos tan surrealistas como cómicos (a destacar el momento del encierro del lavabo) y un tramo final con giros repentinos y sorprendentes permiten conducir la película por diferentes géneros, todos ellos implantados de un modo más que correcto, dado lo descabellado de su trama y sus protagonistas, de los que cuesta decidirse por cuál está peor mentalmente. Dentro de la película tan minimalista en todos los aspectos que es ‘Faults’ sabe explotar perfectamente las virtudes de su historia, con un in crescendo notable y un reducido pero notable reparto.
Night Moves
De dos debuts pasamos a la que supone la sexta película en la filmografía de la directora Kelly Reichardt, ‘Night Moves’, un filme que podría decirse que está cocinado a fuego lento. En él se hace un seguimiento de Josh (Jesse Eisenberg), Dena (Dakota Fanning) y Harmon (Peter Sarsgaard), tres activistas que deciden hacer explotar una presa hidroeléctrica en lo que supone un acto de ecoterrorismo. Reichardt expande la narración para planificarla de un modo parecido a como los protagonistas preparan el atentado, muy lenta y estudiada. La directora no busca destacar el propio hecho de la destrucción de la presa (la explosión ocurre fuera de plano oyéndose de fondo), sino sus consecuencias y como repercute en los protagonistas, más concretamente en Dena y Josh, inconscientes en un inicio de posibles daños colaterales, creando entre ellos una disputa emocional donde el sentimiento de culpabilidad y el miedo se apodera de ambos. La película poco a poco une de forma hábil el drama y el thriller, donde la paranoia y la tensión van acrecentando en los personajes hasta el límite.
El talento de la directora se haya en crear un filme cambiante en tres tramos muy distintos entre sí e imprevistos para el espectador al igual que a los tres personajes. Escenas como la de la huida en canoa tras detonar la bomba en la que no se pueden mover con el temor de que sean descubiertos por un hombre que ha pinchado una rueda en la carretera al lado del rio demuestran la sencillez en crear momentos de tensión, que no dejan de ser bastante cómicos. El papel de la oscuridad en la película puede verse con un doble significado: como un protagonista secundario en la historia y como el tormento y la falta de claridad que vivirán los personajes tras la explosión. La noche se mueve intranquila en las aguas calmadas de Kelly Reichardt.
Listen Up Philip
Philip (Jason Schwartzman) es un arrogante, insoportable y egocéntrico escritor que está esperando a que le publiquen su segunda novela, harto de la ciudad, decide marcharse cuando uno de sus escritores de referencia, Ike Zimmerman, le ofrece irse a vivir con él a una casa de las afueras. ‘Listen Up Philip’, la tercera película de Alex Ross Perry tras ‘Impolex’ y ‘The Color Wheel’ es ante todo una película de personajes y sus caracteres y de cómo Philip, su protagonista y núcleo de la historia, es capaz de repercutir e influir (para mal), a todas las personas que le rodean comenzando por su novia Ashley, una fotógrafa, que cada vez se encuentra más incómoda con él por su comportamiento tan egoísta, incapaz de reconocer los éxitos de ella. Es en la ausencia de Philip y con la compañía de su gato, que Ashley se ve libre y con un carácter opuesto al de él. No ocurre lo mismo con el solitario Ike, con una personalidad que se asemeja a Philip -ambos son dañinos para las personas que les rodean-, pero con unos cuantos años de más. La admiración que sienten por sus obras no se traduce en un afecto considerable, pero su convivencia rejuvenece a Ike y trata a Philip como un hijo, todo lo contrario que a su hija Melanie, una alma perdida a la que la considera un estorbo como lo fue su ex-mujer y con la que las discusiones son una tónica habitual en su relación casi inexistente. El quinto personaje es Ivette, profesora en el instituto donde Philip imparte clases que comienza una relación de amor y odio con él, donde una fina línea separa la admiración y el desprecio.
Todos estos personajes forman un particular e intimista mapa conceptual ideado por Alex Ross Perry donde la narración omnipresente hace acto de presencia en muchos momentos cómo si el espectador estuviera viendo una novela. Ellos se apoderan de la pantalla y se debaten por sus relaciones incompatibles, la soberbia y la literatura en un guión repleto de diálogos y de momentos cómicos dado la naturaleza de todo el elenco.