Título original: The Imitation Game. Año: 2014. Duración: 114 min. País: Reino Unido. Director: Morten Tyldum. Guión: Graham Moore (Libro: Andrew Hodges). Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Óscar Faura. Reparto: Benedict Cumberbatch, Keira Knightley, Mark Strong, Charles Dance, Matthew Goode, Matthew Beard, Allen Leech, Tuppence Middleton, Rory Kinnear, Tom Goodman-Hill, Hannah Flynn, Steven Waddington, Alex Lawther, Jack Bannon, James Northcote, Ancuta Breaban, Victoria Wicks. Productora: The Weinstein Company / Black Bear Pictures / Ampersand Pictures. Género: Drama.
Los trabajos del matemático británico Alan Turing, quien descifró los códigos secretos nazis contenidos en la máquina Enigma, determinaron el curso de la II Guerra Mundial en favor de los Aliados. En lugar de ser admirado como un héroe, Turing fue acusado y juzgado por su condición de homosexual en 1952.
Sobrevalorado drama bélico que explota la figura del matemático Alan Turing y que pivota entre el thriller ambientado en la Segunda Guerra Mundial y el biopic más convencional.
‘The Imitation Game’ presenta tres claros espacios temporales entre los que se mueve en aras de intentar profundizar en la construcción de su protagonista. A saber, su infancia, la Segunda Guerra Mundial y su posterior persecución política. No obstante el filme fracasa en sus tres facetas al ofrecer un retrato pueril, esquemático y muy superficial de Turing.
El encargado de dar vida al famoso matemático es un soso Benedict Cumberbatch, famoso por interpretar a Sherlock Holmes en la pequeña pantalla. Por mucho que se haya cacareado su actuación, el actor británico no hace sino repetir los gestos y poses del detective inglés que le dio la fama, claramente influenciado por el famoso personaje de la serie de televisión ‘The Big Bang Theory’, Sheldon Cooper. Como si ser inteligente fuera sinónimo de ser raro y viceversa. La construcción del personaje está plagada de momentos supuestamente cómicos de inadaptación social que por repetitivos ya cansan.
El guión de ‘The Imitation Game’ rebosa de subrayados emocionales, obviedades, caracteres unidimensionales y giros de argumento tan estúpidamente verbalizados que parece ir dirigida a un público muy simplón.
Resulta decepcionante ver lo desaprovechado que está todo el material de partida. El filme desperdicia la oportunidad de autocrítica y relatividad de villanos en un conflicto bélico a propósito de la persecución homófoba sufrida por Turing paradójicamente a manos del gobierno que él mismo (y todo su equipo) salvó, pues apenas dedica sus créditos finales para hacer referencia a ello. La película tampoco explica en qué consistió el trabajo del matemático ni ofrece una vaga explicación de su invención; se conforma con el gag y la lágrima fácil debido a su condición de inadaptado.
Pero si resulta frustrante todo lo relativo a los últimos años en la vida de Turing durante ‘The Imitation Game’, lo concerniente a su infancia es de vergüenza ajena.
Poco que destacar en una película en la que ni siquiera la ambientación resulta creíble, con secuencias bélicas que poco o nada vienen al caso y que no terminan de acoplarse con naturalidad al conjunto. Quizás la banda sonora del siempre eficiente Alexandre Desplat. El resto es carne de telefilme.
Absolutamente de acuerdo: sobrevalorada. Unas semanas antes de ver la película leí un artículo aficionado sobre la vida de Turing; disfruté mucho más esos 8 minutos que las 2h. de película.
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Mira que ocurre pocas veces, pero en este caso no estoy de acuerdo contigo y a mí sí me gustó mucho. Tal vez porque Benedict me encanta y el tema me interesa mucho.
Sea como sea, una gran crítica.
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No se puede estar de acuerdo en todo. Yo es que el tema lo vi interesante pero muy desaprovechado, al querer hacer una película correctita sin riesgo.
De todas formas, me alegro de que te guste la crítica.
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