CRÍTICA: Siempre Alice (2014)

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4 estrellas

Título original: ‘Still Alice’. Año: 2014. Duración: 99 min. País: Estados Unidos. Director: Richard Glatzer, Wash Westmoreland. Guión: Richard Glatzer, Wash Westmoreland. Música: Ilan EshkeriFotografía: Denis LenoirReparto: Julianne Moore, Alec Baldwin, Kristen Stewart, Kate Bosworth, Hunter Parrish. Productora: Backup Media, Big Indie Pictures, Killer Films. Género: Drama. Fecha de estreno (EE.UU.): 05/12/2014Fecha de estreno (España): 16/01/2015

Julianne Moore ha sido nominada a los Oscars en cuatro ocasiones, y en cada una de ellas ha sido derrotada por sus contrincantes. Sin embargo 2014 resultó ser el mejor año profesional, motivo por el que la Academia podría premiar su talento por primera vez. En sus dos últimas interpretaciones Julianne Moore ha demostrado que el género, la dificultad del personaje o el rigor del director al mando del proyecto no generan su fracaso, dado que la valía artística de la actriz crece exponencialmente al riesgo que presentan sus papeles. La primera demostración de su destreza en 2014 fue bajo las órdenes de David Cronenberg, dando vida a una desquiciada e histriónica ex-diva de Hollywood. Parecía imposible que Moore fuese capaz de superar su superlativa interpretación en ‘Maps to the stars’ -un trabajo que le valió el reconocimiento del jurado del Festival de Cannes-, no obstante la mejora ha sido viable gracias al dúo de cineastas Richard Glatzer y Wash Westmoreland. ‘Siempre Alice’, el nuevo largometraje de los directores de ‘Quinceañera’, es una adaptación del best seller de Lisa Genova en el que Julianne Moore protagoniza el deterioro psíquico de una exitosa mujer a la que se le diagnostica Alzheimer prematuro.

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Por otro lado, es necesario comentar que la magnífica actuación de Julianne Moore en ‘Siempre Alice’ -que ha sido premiada con un Globo de Oro y una nominación a los Oscars-, no es el exclusivo atractivo de la película. Asimismo, pese a las semejanzas temáticas con los melodramáticos telefilmes, ‘Siempre Alice’ trasciende la intención sentimentalista y superficial de dicha tipología cinematográfica. El largometraje huye de los tópicos lacrimógenos para reflexionar sobre la fobia actual a tener que lidiar con el concepto de la pérdida o del fracaso. En este sentido, ‘Siempre Alice’ plantea la enfermedad del mal de Alzheimer como la peor pesadilla para todo ser vivo; puesto que, en una sociedad que sólo recompensa a los triunfadores, los emprendedores o los ricos, sufrir un trastorno neurológico que borra los recuerdos de los logros y las batallas ganadas es una maldición. Antes del diagnóstico clínico, Alice encarnaba la perfección femenina. La protagonista irradiaba optimismo y vitalidad debido a las grandes hazañas que había conseguido en su vida. Alice era una reputada doctora en Lingüística de la Universidad de Columbia que gozaba de su felicidad conyugal a los cincuenta años y de las buenas noticias profesionales que le anunciaban sus tres ambiciosos hijos; unos retoños hechos a imagen y semejanza de su madre y su padre (Alec Baldwin): un médico (Hunter Parrish), una abogada a punto de ser madre de gemelos (Kate Bosworth) y la pequeña Lydia (Kristen Stewart) que, aunque fuese la más descarriada de todos, aspiraba a ser una gran actriz en Los Ángeles.

En ‘Siempre Alice’ la idea de la imposibilidad de aceptar la existencia del mal de Alzheimer en la actualidad se expone con el testimonio en primera persona de Julianne Moore, pero también a través de sus familiares. De hecho, el rechazo y la intolerancia general de esta dolencia se representa mucho mejor mediante las reacciones de cada uno de los hijos y del marido ausente. La diferencia entre ‘Siempre Alice’ y otros filmes como ‘La caja de Pandora’ de Yesin Ustaoglu o ‘La mitad de Oscar’ de Manuel Martín Cuenca es que el forzado e incómodo compromiso que supone cuidar del paciente no tiene que ver con el fantasma de la incomunicación que condiciona a los allegados. Más bien, el conflicto de la película de Richard Glatzer y Wash Westmoreland se dramatiza cuando los cuatro familiares –a excepción de uno- se dan cuenta de que son incapaces de renunciar a su éxito profesional y personal para atender a la enferma crónica. ‘Siempre Alice’ impacta al espectador tanto por la fuerza sobrehumana de su personaje principal, que pretende combatir su propia pérdida de la identidad practicando ejercicios nemotécnicos, como por las escenas de apoyo que comparte con su hija menor. El humano tour de force contra el Alzheimer en los cara a cara entre Julianne Moore y Kristen Stewart, y en la oscura soledad de la protagonista, sitúan ‘Siempre Alice’ a la altura de ‘Lejos de ella’, el mejor largometraje que hasta ahora había tratado la cuestión del Alzheimer en el mundo del cine.

Carlota Moseguí

Una respuesta a “CRÍTICA: Siempre Alice (2014)

  1. Tengo muuuuuchas ganas de verla. Primero porque soy muy fan de Moore, y segundo porque visto lo que está diciendo todo el mundo, es una peli que tiene pinta de marcar la diferencia.
    Una excelente crítica Carlota, me has dado aun más ganas de verla.

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