Año: 2014. Duración: 98 min. País: Estados Unidos. Director: John R. Leonetti. Guión: Gary Dauberman. Música: Joseph Bishara. Fotografía: James Kniest. Reparto: Annabelle Wallis, Ward Horton, Alfre Woodard, Eric Ladin, Gabriel Bateman, Paige Diaz, Tony Amendola, Michelle Romano, Brian Howe, Morganna May.Productora: Warner Bros. Pictures / Evergreen Media Group. Género: Terror. Estreno (Estados Unidos): 03/10/2014. Estreno (España): 1010/2014.

Con su mujer Mia embarazada, John decide comprarle a su mujer una peculiar muñeca. Pero tras la irrupción de una secta satánica en su hogar, la feliz pareja sufrirá una serie de sucesos paranormales protagonizados por la aterradora muñeca Annabelle.

Olvidable spin-off nacido a raíz del éxito de la nada desdeñable ‘Expediente Warren‘. James Wan produce esta cinta de serie B con presupuesto de serie A que repasa la historia de los orígenes de la muñeca Annabelle ya presentada en su anterior película. Como si no estuviésemos ya bastante hartos de películas sobre orígenes y demás muestras de carencia de imaginación.

Wan cede en esta ocasión la silla de director a John R. Leonetti, realizador de filmes tan «destacados» como las segundas partes de ‘Mortal Kombat’ y ‘El efecto mariposa’. Casi nada.

La intención de Leonetti es clara, imitar plano a plano el estilo de James Wan. Las angulaciones, encuadres, movimientos de cámara… todos los elementos favoritos del director taiwanés están ahí, pero algo falla cuando la película apenas logra insuflar esa atmósfera enfermiza que tanto caracteriza al director de ‘Saw’. Si algo demuestra ‘Annabelle’ es que no es tan fácil copiar al director y conseguir al mismo tiempo una película coherente y que no produzca vergüenza ajena.

Los actores, especialmente la pareja protagonista, no resultan en ningún momento creíbles. En nada ayuda unos personajes planos que no pasan de la mera caricatura de un matrimonio conservador. Tampoco destacan la galería de secundarios, con el ya típico cura y una vecina que, misterios de la vida, sabe todo lo que hay que hacer y, por si acaso no habías adivinado ya el final, a cuento de nada te lo desvela. Todo ello acompasado con un guión muy estúpido plagado de lugares comunes y, lo que es peor, muy soso y aburrido.

Tampoco se puede decir que ‘Annabelle’ consiga su propósito de asustar. Las escenas de terror no logran crear una atmósfera adecuada ni resultan ser lo suficientemente imaginativas como para merecer la pena. Ni siquiera el clímax final impresiona al ser bastante cutre y predecible, además de irrisorio.

‘Annabelle’ se configura como un subproducto producido a prisa y corriendo con una alarmante carencia de imaginación y talento, aburrida y ridícula. Tan solo satisfará a los incondicionales del cine de terror poco exigentes. Al menos James Wan entretenía y daba material para nuestras pesadillas.