Título original: Fight Club. País: EE.UU. Año: 1999. Duración: 139 min. Dirección: David Fincher. Guión: Jim Uhls (Novela: Chuck Palahniuk). Música: The Dust Brothers, Michael Simpson & John King. Fotografía: Jeff Cronenweth . Reparto: Brad Pitt, Edward Norton, Helena Bonham Carter, Meat Loaf, Jared Leto, Van Quattro, Markus Redmond, Michael Girardin, Rachel Singer, Eion Bailey. Productora: Fox 2000 Pictures / Regency Enterprises / Linson Films. Género: Drama. Thriller | Sátira. Drama psicológico. Película de culto. Comedia negra
Un joven sin ilusiones lucha contra su insomnio, consecuencia de su hastío por su gris y rutinaria vida. En un viaje en avión conoce a Tyler Durden, un carismático vendedor de jabón que sostiene una filosofía muy particular: el perfeccionismo es cosa de gentes débiles; en cambio, la autodestrucción es lo único que hace que realmente la vida merezca la pena. Ambos deciden entonces formar un club secreto de lucha donde descargar sus frustaciones y su ira que tendrá un éxito arrollador.
Quien conozca en mayor o menor medida la carrera de David Fincher sabe de su confesable predilección por el salvajismo extremo, por la violencia incontrolada llevada a puntos en los que a veces es difícil asimilar dos horas y media de visionado sin entender el porqué. ¿Dónde está el límite? Y sobre todo, ¿Fincher lo tiene?
Allá por 1999 llegó a nuestras pantallas una película que, salvando distancias con su gran obra maestra ‘Se7en‘, levantaría ampollas tanto en la crítica de la época como en un público quizás demasiado acostumbrado a la perspectiva Tarantina del género. Para muchos esta cinta siempre fue una locura del director inglés, un montaje indefinido de ideas claramente descolocadas en donde el ilustre protagonista era la lucha sentida en el aspecto más utópico de la palabra. Es cierto que no es la mejor cinta del director de ‘Zodiac‘, pero tampoco sería justo decir que es la peor de su filmografía.
¿Porque ver ‘El club de la lucha’? En primer lugar, contiene una descripción efímera, excesiva e incluso bizarra de la desgracia humana. Un punto de vista que parece decantarse por contener un argumento absurdo y de incomprensible análisis pro realidad. Pero si mostramos cierto interés en desgranar más allá de la vileza escéptica que hay en su primera capa, podemos hallar una temática bastante interesante. Un ying yang representado por el nihilismo versus humanismo. La contraposición de crítica bien construida hacia el consumismo compulsivo reñida con el pasotismo de su segundo tramo por la vida, tiene un tratamiento francamente memorable. Posiblemente sea lo mejor de esta historia. El otro punto fuerte es el examen constante al que nos somete Fincher desde los neuróticos créditos principales hasta un final en el nada es lo que parece. Giros de guiones, para desconcierto del espectador. Cuando sales del cine, el pensamiento es algo así como «no sé con exactitud que he visto pero la evolución ha sido épica«.
Pero entonces llegamos a lo mejorable. Sin duda el tumulto de cuestiones que vierte es grandioso pero el gran problema es que no se sabe plasmarlo para que quede un total uniforme. En su conjunto queda un sentimiento de sin sentido que no es merecido para con su equipo interpretativo, por ejemplo. Edward Norton interpreta a un personaje con doble personalidad. Es una mirada arriesgada pero que borda sin obstáculos, despunta. Por su parte el jovencito Brad Pitt, a pesar de venir de una película sin pena ni gloria, se muestra a la altura y no desafina en su extraño pero significativo papel.
‘El club de la lucha’ es una de esas sátiras denominadas «de autor» que puedes odiar o adorar dependiendo de tus ganas de reflexionar. Pero una cosa es segura, no te dejará indiferente si le das la oportunidad.