Título original: ‘The Grand Seduction’. Año: 2013. Duración: 115 min. País: Canadá. Director: Don McKellar. Guión: Ken Scott, Michael Dowse. Música: Paul-Étienne Côté, Maxime Barzel, François-Pierre Lue. Fotografía: Douglas Koch. Reparto: Brendan Gleeson, Taylor Kitsch, Gordon Pinsent, Liane Balaban, Mark Critich, Mary Walsh, Morgan T. Lee. Productora: Max Films inc, Morag Loves Company. Género: Comedia. Fecha de estreno (Canadá): 30/05/2014. Fecha de estreno (España): 19/09/2014
Tas debutar con la película de ciencia ficción ‘Last night’, el canadiense Don McKellar se lanza al género de la comedia adaptando la opera prima de su paisano Jean-François Pouliot. El largometraje de Pouliot, galardonado con el Premio del Público en el Festival de Sundance, narra la misma historia que su remake. En ambos largometrajes, los habitantes de un pueblo costero sobreviven con el dinero que cobran de sus subsidios, aunque sus antepasados se dedicaron a la pesca durante generaciones y generaciones. Sin embargo, gracias a un viejo trato que el antiguo alcalde había hecho con una inmobiliaria, la vergüenza y la humillación que día tras día atormenta a los melancólicos ex-pescadores está a punto de disiparse con la llegada de un médico a la aldea. Si el doctor accede a instalarse en la localidad, una empresa les construirá una inmensa fábrica que dará trabajo a todos los desempleados.
El remake de Don McKellar no posee ninguna diferencia argumentativa respecto a su predecesor. Los dos films comparten trama y gags idénticos. Los únicos elementos que los distinguen son el reparto y el idioma: la original en francés, la última en inglés. En este sentido, cabe destacar la brillante interpretación del dúo de cómicos veteranos: Brendan Gleeson (‘Calvary’), en el papel protagonista, y Gordon Pinsent (‘Lejos de ella’), su escudero. Los dos personajes se encargan de mantener el ritmo hilarante desde el inicio hasta los títulos de crédito. Tarea que consiguen sin dificultad, convirtiendo ‘La gran seducción’ en una sucesión de escenas cómicas, a veces poco ingeniosas dada su previsibilidad, pero siempre agradables para el espectador.
‘La gran seducción’ también alberga una bonita historia de amor, concretamente de dos amores. El primero, el del recién llegado Doctor Lewis (Taylor Kitsch) con y la tímida pueblerina Kathleen (Liane Balaban), quien finge no estar interesada en el apuesto cirujano plástico prometido al que todos deben complacer para que prolongue su estancia en ese pequeño municipio canadiense. El segundo amor, mucho más complejo que el anterior al estar forjado a base de mentiras piadosas, es el del mismo doctor con los embusteros habitantes de Ticke Head, que fingen ser sus amigos y compartir sus gustos para poder volver a trabajar. ‘La gran seducción’ es una comedia agradable que, a pesar de no aportar nada nuevo al relato que presentó Jean-François Pouliot diez años atrás, logra convencer su público por su simpleza y su dulzura bucólica.
Pocas veces un remake llega al nivel de la película original. En el caso de “La gran seducción”, logra mantener (y mejorar, en algunos momentos) lo que ya pudimos ver hace 10 años de la mano del director Jean-François Pouliot. En esta nueva versión seguimos sin salir de Canadá, aunque cambiamos el francés por el inglés. La propuesta actualizada de Don McKellar nos vuelve a situar en un pequeño pueblo costero de Quebec, donde sus habitantes tratarán de ‘seducir’ al nuevo doctor para que se instale permanentemente. Este remake se gana a pulso la categoría de ‘cine para toda la familia’ gracias a los recurrentes tópicos y divertidas escenas que se suceden sin cesar. Sin embargo, la película vuelve a caer en los tópicos propios de las películas rurales, como la idea de que la gente verdaderamente auténtica vive en los pueblos. En definitiva, nos presenta un pueblo hecho a la medida del personaje de Taylor Kitsch, pero realmente trata de convertirse en el destino perfecto para el espectador. Ver esta propuesta nos asegura, dos horas de deliciosa comedia rural, junto con unas irresistibles ganas de viajar lejos de la gran ciudad.
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