CRÍTICA: Borgman (2013)

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2 estrellas

Año: 2013. Duración: 113 min. País: Holanda. Director: Alex van Warmerdam. Guión: Alex van WarmerdamFotografía: Tom Erisman. Música: Vincent van Warmerdam. Reparto: Jan Bijvoet, Hadewych Minis, Jeroen Perceval, Tom Dewispelaere, Sara Hjort Ditlevsen, Eva Van de Wijdeven, Alex van Warmerdam. Género: Thriller. Fecha de estreno (España): 11/07/2014

 Sobrevalorada película acerca de la intrusión en el hogar familiar con tintes religiosos y de aparición demoníaca, con base crítica hacia la sociedad burguesa y acomodada.

‘Borgman’ no empieza mal. La película abre con una escena de persecución surreal en el que un pequeño grupo liderado por un cura se dedica a perseguir, escopeta en mano, a unas personas que habitan en el bosque, concretamente bajo el suelo. Esta rara situación se acentúa cuando uno de ellos busca cobijo en la enorme casa de una familia adinerada, bajo el pretexto de conocer a la madre de la misma.

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Toda está situación que va generando una cierto clima de desconcierto y de peligro inminente, se desinfla con el paso de los minutos. El filme es una sucesión de situaciones enrarecidas, casi pesadillescas, sin apenas un sentido que las una. El problema no es precisamente la falta de explicación. Otras películas perfectamente válidas se construyen a base de una atmósfera inquietante y taciturna sin necesidad de subrayar sus intenciones. El problema reside en la ausencia absoluta de tensión.

Las referencias al cine de Haneke y, en especial, a su ‘Funny Games’ son más que evidentes. Pero donde aquella provocaba una sensación de desasosiego y angustia, con ‘Borgman’ no llega nunca, pasando directamente al aburrimiento y al bostezo. Sus personajes y actitudes resultan incomprensibles y desesperantes, en especial el papel de la mujer.

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Tan solo se salva del desastre la escena con el jardinero, donde más que tensión lo que se percibe es un humor negro de bastante mal gusto. El resto se hace lento, pesado, sin ninguna finalidad. Y no es que ‘Borgman’ carezca de sentido o simbolismo, pero está tan oculto bajo capas y capas de pretenciosidad que no apetece discernir el significado de entre los muchos que deja el director a elección del espectador.

Una lástima que un filme ganador del premio a la mejor película en Sitges aburra tanto. Una verdadera lástima. ‘Borgman’ gustará a aquellos que disfruten buscando lo que su director, Alex van Warmerdam, pretende contar, uniendo piezas aquí y allá y descifrando el sentido de los acontecimientos. Quienes gusten de una narración más convencional, mejor ni se acerquen.

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