DOCSBARCELONA – Día 5 (Clausura)

El canto de la sibila

Marga López Díaz es una de las poetas más reconocidas de Colombia, el corto documental ‘El canto de la sibila’ hace un breve retrato de su persona a través de una mirada subjetiva, melancólica y sobre todo poética. El objetivo que tiene el director Bryan Zapata es transmitir en imágenes la poesía, una misión compleja que deriva a una obra experimental, gobernada por un poderoso blanco y negro que sirve de contraste de la personalidad de la poeta y un sonido asincrónico que contextualizan, con la ayuda de psicofonías y el registro de sonidos naturales, lo que se muestra.

el canto de la sibila

Belleville Baby

Donde no llega la memoria están las imágenes para completar nuestros recuerdos. Para realizar su documental, la directora sueca Mia Engberg utiliza esos dos elementos y los convierte en la base fundamental de ‘Belleville Baby’. Un día la propia directora recibe una llamada de un hombre llamado Vincent al que conoció hace más de 10 años en París, su pareja durante algún tiempo y que decidió marcharse. Tras pasar por la cárcel, Vincent decide contactar con ella para recordar algunos momentos que compartieron juntos y que se borraron en su estancia en prisión, un buen pretexto para repasar con las conversaciones telefónicas convertidas en voces en off y las imágenes que la propia directora gravó con su cámara Super8 la relación que mantuvieron.

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El documental supone el regreso al pasado y a la etapa de juventud de la directora, reminiscencias que después de varios años vuelven a salir a la luz, motivo para reflexionar sobre su relación con Vincent a la que compara con el mito de Orfeo y Eurídice y la que mantuvieron Audry Maupin y Florence Rey que asesinaron a 4 personas, entre ellos, un policía. Una versión francesa de Bonnie y Clyde con la que ella se siente identificada por su visión de ir en contra del mundo. Todo el conjunto acaba convirtiéndose en una obra muy personal e introspectiva, las imágenes artísticas y oníricas llenas de contrastes engloban al documental a una experiencia visual muy llamativa. Desconocemos que es real y que es fantasía en todo lo que cuenta la directora, pero poco importa en una propuesta tan estimulante como singular.

Five days to dance

La danza no es solo baile, se trata de un lenguaje, una manera de comunicarse y ver como es una persona, así es como lo creen Wilfred y Amaya, una pareja de bailarines que se mueve por diferentes ciudades de Europa para realizar un proyecto: conseguir que un grupo de jóvenes de un colegio logren realizar una coreografía de danza-teatro en 5 días. El documental ‘Five days to dance’ sigue a Wilfred y Amaya hasta el colegio Larramendi, en Donosti, donde algunos alumnos del instituto deberán aprender a bailar en una representación teatral en menos de una semana, una iniciativa innovadora que sirve para que cada uno de esos chicos y chicas se descubran a sí mismos y se liberen.

five days to dance

El documental combina el proceso de preparación de la coreografía con varios casos de alumnos que han tenido algunos problemas en el pasado con algunos de sus compañeros y se vieron distanciados, unos jóvenes que ven en esta propuesta un modo de introducirse de nuevo con el grupo y reavivar el compañerismo. El proyecto conlleva trabajar unidos por tanto los grupos de amigos desaparecen para trabajar en equipo y lograr el objetivo. La iniciativa produce un cambio en algunos de ellos, el que era tímido pasa a un primer plano y se equipara con el que quiere ser el centro de todas las miradas. La comunicación gestual entre ellos además les permite conocerse de un modo diferente al que están acostumbrados.

El montaje consigue dar mucho dinamismo, resulta todo un acierto combinar escenas de la preparación con la representación final y crea una cierta expectación para poder ver el resultado final. Los ensayos están muy bien filmados, los directores José Andreu y Rafael Moles han sabido captar los movimientos y los gestos del baile y consiguen darle al documental mucho ritmo. ‘Five days to dance’ es una película igual de admirable que la iniciativa que lleva su nombre, en la que la danza se convierte en un instrumento de redención para los adolescentes protagonistas.

My stuff

‘My stuff’ parte de una idea tan insólita como original: Petri, un joven veinteañero de Helsinki con piso propio y sin problemas económicos pero en plena crisis existencial, decide vaciar su casa y meter todas sus cosas en un trastero. Durante un periodo de un año, cada día irá cogiendo una cosa. El experimento supone una reflexión sobre la dependencia que tenemos de las cosas, desprenderse de ellas le hará saber cuáles de ellas verdaderamente necesita (pocas) y cuáles son completamente prescindibles (la gran mayoría). Tras el paso de los días tratados con continuas elipsis temporales, ve como con algunas prendas de vestir, unos zapatos y un colchón tiene suficiente para ser feliz, pero aún así va siguiendo con su plan, aunque en ocasiones decide dejar pasar varios días para coger otros objetos cada vez más innecesarios como la bici, las gafas de sol o un cuadro. En su prueba le acompañan familiares y amigos que le ayudan, aconsejan y muestran como con muy poco se puede ser capaz de estar bien.

my stuff

El problema surge en el último tercio, cuando el documental deriva a un filme romántico cuando Petri encuentra novia y rompe tanto con el ritmo como con el mensaje de la película, que aunque tiene una idea interesante y resulta divertida no acaba de saber explotarla debidamente en los escasos 80 minutos de metraje.

Sergio Montesinos (@Sergiomc90)

docsbcncat

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