Título original: ‘Blue Ruin’. Año: 2013. Duración: 92 min. País: Estados Unidos. Director: Jeremy Saulnier. Guión: Jeremy Saulnier. Fotografía:Jeremy Saulnier. Música: Brooke Blair, Will Blair. Reparto: Macon Blair, Devin Ratray, Eve Plumb, Amy Hargreaves, David W. Thompson, Bonnie Johnson, Stacy Rock, Kevin Kolack. Productora: The Lab of Madness / Film Science / Neighborhood Watch. Género: Thriller.
La venganza en el cine siempre ha ido muy unida con un género como es el western. Buenos ejemplos de ello son filmes tan conocidos como ‘Valor de ley’, ‘Sin perdón’ o el más reciente ‘Django desencadenado’ de un director, Quentin Tarantino, que hace varios años realizó una de las mejores historias sobre la venganza de las últimas décadas con ‘Kill Bill Vol. I y II’. La vendetta también ha llegado hasta el cine asiático con el director Park Chan-wook como uno de sus máximos artífices y su saga que comenzaría con ‘Sympathy for Mr. Vengeance’, siguió con ‘Oldboy’ y concluiría con ‘Sympathy for Lady Vengeance’. ‘Blue Ruin’ es uno de los últimos trabajos en que la venganza es el hilo principal de la historia.
El protagonista de ‘Blue Ruin’ es Dwight, un hombre sin casa y con aspecto de mendigo que vive en su antiguo Pontiac azul, se asea en hogares de desconocidos cuando los dueños no están y se alimenta de lo que encuentra en la basura. Su vida cambia cuando la policía le hace saber que Will Clealand, el hombre que asesinó a sus padres, ha salido de la cárcel tras cumplir su condena.
Lo que en muchas películas supondría perseguir durante gran parte del metraje al asesino y consumar finalmente su venganza, en este filme se solventa sorprendentemente de manera muy rápida, en una primera media hora con un ritmo frenético, en el que la acción no da tregua. Un hecho bastante inesperado que lo que consigue es que la película cambie por completo y lo que parecía que iba a ser la venganza de Dwight contra Will, se convierte en un enfrentamiento entre él y todo el clan de la familia de los Clealand. Entre medio de la persecución se encuentra Sam, la hermana de Dwight, que aconsejada por su hermano, dejará su casa y huirá con sus hijas para no verse comprometida.
El guión es uno de los puntos fuertes de esta película, que se aleja un poco de filmes que tratan este mismo tema y decide ir cambiando y sorprendiendo al espectador a medida que la historia va avanzando con unos giros de guión conseguidos y logrados. No es una película que destaque por sus abundancia en los diálogos ya que durante muchos tramos el protagonista se encuentra solo siendo una conseguida atmósfera opresiva su única compañía. Dwight es un personaje muy bien construido y que va evolucionando para adaptarse a las circunstancias. Tras asesinar a Will, cambia su aspecto dejado por el de un hombre corriente que además destaca por la astucia a la hora de enfrentarse con los Clealand, como se muestra en la escena en que la familia del asesino entra en la casa de la hermana de Dwight y que le sirven para remplazar su escasa experiencia en el uso de las armas y en los momentos donde debe hacer uso de ellas.
Aparte de un guión bien escrito y trabajado, la película destaca por su humor negro que sirve para complementar los momentos de tensión y de suspense. Algunas situaciones algo rocambolescas y personajes como Ben, el antiguo compañero de facultad de Dwight, consiguen algunos momentos verdaderamente divertidos en los que la exageración en algunas escenas y algún que otro diálogo breve pero conseguido logran que la película funcione.
Uno de los problemas del filme y que lo acaban perjudicando es el ritmo. En los primeros 30-40 minutos el ritmo es altísimo, pero a medida que va trascurriendo la historia ese ritmo tan agitado va disminuyendo poco a poco y la película decae hasta los últimos minutos en que la acción se retoma.
‘Blue Ruin’ no va a reinventar las futuras películas que tengan la venganza como argumento principal, pero el buen trabajo de Jeremy Saulnier, que aparte de dirigir, escribe el guión y se encarga de la fotografía, consigue que la película sea un entretenimiento ligero y divertido.
Sergio Montesinos (@Sergiomc90)