Hoy os traigo dos óperas primas pertenecientes a la sección oficial del Atlántida: la argentina ‘Noche’ y la española ‘Family tour’, dos películas bastante diferentes pero que comparten un marcado carácter experimental.
‘Noche’ (2013), la ópera prima del argentino Leonardo Brzezicki, es lo que podríamos calificar como cine experimental en estado puro. En ella el director argentino nos propone un extraño juego entre lo visual y lo sonoro, apartados ambos que se solapan y dan forma a una experiencia a ratos inquietante, a ratos infumable. La cosa va de un grupo de jóvenes que se reúnen en una casa rural en medio del bosque y se dedican a escuchar las grabaciones realizadas por un tal Miguel, un amigo común que se ha suicidado. Hasta aquí todo lo que se puede rascar del argumento, pues el resto de la película son escenas largas en las que vemos imágenes potentes a nivel visual como un bonito paraje, un riachuelo, una arbolada, o a algunos de los jóvenes con una grabadora, mientras oímos esas grabaciones de Miguel en las que relata sus sueños, graba sonidos ambiente o nos deleita con los retortijones que emite su barriga cuando tiene hambre.
Estamos pues ante un trabajo muy bueno a nivel técnico que falla a la hora de ponerse a contar una historia. Más que nada porque no hay historia, no hay desarrollo de personajes, apenas sabemos nada de ellos, solo que están en el bosque y que hacen esa especie de homenaje escuchando las grabaciones de su amigo fallecido. Bonita fotografía, espectaculares paisajes y un buen dominio de la cámara pero que en resumidas cuentas se queda en un mero ejercicio de estilo. Tenemos alguna metáfora, algunas escenas curiosas como la de los perros y otras en las que se superponen planos con un resultado vistoso. Mucha atmósfera, mucha música de ambiente inquietante y grabaciones con estática de fondo que hablan del pasado, de la forma de ver el mundo de una persona que ya no está allí. Eso es ‘Noche’.
Por su parte, Liliana Torres nos trae en ‘Family Tour’ (2013) un docu-drama semi-biográfico con leves toques de comedia. La película sigue las andanzas de la propia Liliana Torres (interpretada por Nuria Gago, vista en la reciente ‘Primos’ o en la serie ‘Hospital central’), una joven directora de cine que vive desde hace unos años en México y que vuelve a casa a pasar unas semanas de vacaciones. Pronto se verá la frialdad, el distanciamiento y el choque entre Lili y su familia, descubriéndose a la protagonista como “la rara de la familia”, una persona con ambiciones y ganas de ver mundo que entronca con la visión más humilde y tradicionalista del resto de su familia. La película, rodada a medio camino entre documental y ficción, está estructurada en una serie de visitas realizadas por Lili a sus abuelos, a sus tías, primos y amigos en lo que es un retorno momentáneo al hogar, a las raíces y, por qué no, a los recuerdos.
‘Family Tour’ es una propuesta diferente, valiente y realmente curiosa. Otro tema es que funcione a pleno rendimiento, cosa que no hace. La decisión de que solo haya una actriz profesional en el reparto (el resto son la propia familia de la directora y actores amateurs) crea un efecto extraño a medio camino entre la veracidad y la cutrez. Algunos “actores” están mejor que otros, pero la evidente diferencia con Nuria Gago es tan abismal que al final el conjunto acaba chirriando. La película es algo así como un testigo mudo de la cotidianeidad de una familia en la que se suceden escenas muy corrientes del día a día, momentos que todos vivimos, narrados con gran simpleza y sin artificios, incluso sin música. El resultado es una obra curiosa, experimental, que trata pequeños grandes temas como la relación con la familia, el distanciamiento o la pérdida de la inocencia haciendo uso de una atmósfera neutra, sosa, limitándose a grabar la aburrida y monótona realidad.
Alfonso Gutiérrez Caro (@Al_Runciter)