Título original: ‘Captain America: The Winter Soldier’. Año: 2014. Duración: 128 min.País: Estados Unidos. Director: Anthony Russo, Joe Russo. Guión: Christopher Markus, Stephen McFeely (Cómic: Joe Simon, Jack Kirby). Música: Henry Jackman. Fotografía: Trent Opaloch. Reparto: Chris Evans, Scarlett Johansson, Samuel L. Jackson, Robert Redford, Toby Jones, Cobie Smulders, Emily VanCamp, Anthony Mackie, Sebastian Stan, Frank Grillo, Hayley Atwell, Georges St-Pierre, Maximiliano Hernández. Productora: Marvel Studios / Marvel Entertainment / Sony Pictures Imageworks (SPI). Género: Acción / Superhéroes. Fecha de estreno (España): 28/03/2014.
Dicen que el mejor amigo del hombre es el perro. Yo siempre he pensado que era el superhéroe. Créanme, lo sigo haciendo. Y es que, seamos de una generación u otra, ahí siempre han estado ellos. A la sombra, o bajo la atenta mirada de miles de individuos. En carteles, películas, comics o cualquier otro objeto a comercializar. Una infancia de capas, armaduras y superpoderes junto a unos heroicos individuos que nos invitaban a adentrarnos en un mundo sin más límites que los que nos atrevamos a imaginar. Y qué maravilla que aún sigan haciéndolo. Porque crecemos, maduramos, e irremediablemente cambiamos, pero no nuestra debilidad por esos fieles amigos que, en el fondo, siempre nos han acompañado. Porque ellos pueden evolucionar, pero no cambian. Porque en esencia, Batman es el mismo, sea George Clooney, Michael Keaton o Christian Bale el enmascarado hombre que se esconda tras la capa. Porque Spider Man seguirá siendo el superhéroe favorito de ese niño que todos conocemos y que algún día dejará de serlo, ya sea interpretado por Andrew Garfield, ilustrado en algún comic de Marvel o vendido como figura de souvenir en algún parque temático. Porque los superhéroes, como tal, no han cambiado su papel a lo largo de años de historias, adaptaciones y preferencias de cada uno, pero sí han evolucionado hasta convertirse en fuente indispensable de la industria cinematográfica, en portadores del nombre de un género propio conseguido en una continua lucha entre el bien, el mal, y las ganancias que cada película reporta. Porque después de tantos años salvando vidas, quizás hayan conseguido lo que muchos otros han intentando: salvar y revitalizar el panorama cinematográfico actual.
Y si hablamos de revitalizar, prepárense para ser salvados de todo prejuicio y anterior conocimiento sobre el heroico género. ‘Capitán América: El Soldado de Invierno’ es la adrenalínica inyección de relevancia que todo espectador necesita para rendirse ante el mundo de superhéroes. El nirvana de los ya amantes de este cine se encuentra en una secuela donde el espectáculo digital se reduce al mínimo a favor del placer de la acción a la vieja escuela, el sorprendente desarrollo de personajes y un intrigante suspense. La rendición de crítica y (próximamente) público ante una producción, que ni el mismo Loki conseguiría con el poder de su cetro. Y sí, quizás sea cierto eso de que segundas partes nunca fueron buenas. Quizás sea que lo que hace ‘Capitán América: El Soldado de Invierno’ esté más allá de lo considerado como bueno, y no se pueda comparar con su antecesora.
Situada dos años después de la espectacular batalla en Nueva York con los Vengadores, la secuela nos presenta a un Steve Rogers,también conocido como Capitán América (Cap para los amigos), que vive tranquilamente en Washington, colaborando con S.H.I.E.L.D. y tratando de adaptarse, tras 70 años de congelación, a una sociedad en la que está más vivo y perdido que nunca. Pero nunca dura mucho la tranquilidad en una película de acción. Tras el ataque a un compañero de S.H.I.E.L.D., y con la compañía de Viuda Negra y Halcón como garantía, Rogers se ve envuelto en una trama de conspiración de alcance mundial y falsas amistades, donde no sólo tendrá que luchar por el futuro, sino también contra su propio pasado.
Y de qué forma lucha. El suspense que toda película de acción quisiera para sí, todo el entretenimiento que una película puede proporcionar y la justa carga dramática que todo melodrama debiera tener se aúnan en una producción donde la acción y los cliffhangers va in crescendo, como lo sorprendente de la trama y de unos giros bien estudiados de guión. La perfecta dosis de cada género en un más, más, más continuo que no baja de intensidad a lo largo de 128 minutos de metraje. La película que no emocionó a Spielberg, porque estaba demasiado ocupado tratando de adivinar cómo Anthony y Joe Russo habían conseguido hacer algo tan bueno. Y sí, por qué no decirlo. La película que supone un paso más allá en todo lo que Marvel constituye, en ese camino iniciado por un Joss Whedon impactante con ‘Los Vengadores’, pero que no evita que ‘Capitán América: El Soldado de Invierno’ se convierta en la mejor película de Marvel hasta la fecha y, posiblemente, en la mejor película de superhéroes que, quizás junto a ‘The Dark Knight‘, se haya realizado.
El reinado de Nolan peligra ante una película indispensable para todo aquel que quiera sumergirse en lo vertiginoso de esta montaña rusa, donde lo real gana espacio a lo digital, y donde lo técnico se convierte en sublime, con una fuerte realización en todos los ámbitos. El 3D acompaña a la producción y potencia la sensación de estar ante algo único e importante, con el éxito de que no se convierte en pieza indispensable de la película para que produzca la misma sensación.
Y a esta ecuación del éxito, le acompaña un reparto que no se pone límites. Chris Evans, en ocasiones James Dean, en ocasiones Capitán América, madura con respecto a la primera entrega y se impone como líder, con carisma y la fuerza que una película de estas características necesita. Anthony Mackie, y especialmente, Scarlett Johansson, impulsan esa sensación de fuerza y hacen que durante la proyección no echemos demasiado de menos la idea de los Vengadores como conjunto. Samuel L. Jackson, Robert Redford, Cobie Smulders o Sebastian Stan dan a sus secundarios personajes toda la relevancia que un principal debería tener y destacan cada uno en sus escenas, sin eclipsar ni ser eclipsados.
Es valiente para quien ya se ha consolidado en el género, arriesgar todo por una nueva concepción y volver a ganar esa partida de ajedrez que supone la industria cinematográfica y que antes dominaba. Y ahí reside lo maravilloso del cine. Ese momento, ese escaso y preciado momento en que riesgos y valentía toman sentido y dan a una producción todo lo que tanto ella como espectadores merecen. ‘Capitán América: El Soldado de Invierno’ supone un nuevo giro en el intrincado mecanismo del mundo de los superhéroes, y la certeza de que aún tenemos mundo Marvel para mucho tiempo. Capitán América 3, Los Vengadores 2 (y esas ganas que nos dejan ciertos personajes tras la escena final después de los créditos), … Quizás nunca sepamos todos los proyectos que Marvel desarrolla ahora mismo en algún lugar de este mundo. Quizás nunca sepamos si los superhéroes van a estar ahí, tras la sombra, tras la mirada de miles de personas, siempre. Porque al final, solo hay dos cosas seguras: es preferible creer que el superhéroe es el mejor amigo del hombre, antes que su peor enemigo, y Marvel, juegue como juegue, siempre terminará ganando la partida.
Jaque mate.
Lydia Martínez (@whataboutlydia)