Título original: ‘Paranoia’. Año: 2013. Duración: 106 min. País: EE.UU. Director: Robert Luketic. Guión: Barry Levy (Novela: Joseph Finder). Fotografía: David Tattersall. Reparto: Liam Hemsworth, Amber Heard, Harrison Ford, Gary Oldman, Embeth Davidtz, Josh Holloway, Richard Dreyfuss, Julian McMahon, Lucas Till, Angela Sarafyan. Productora: Relativity Media / Gaumont / Demarest Films / EMJAG Productions. Género: Thriller / Drama. Fecha de estreno (España): 28/02/2014
Adam Cassidy (Liam Hemsworth), un muchacho de 26 años, odia su trabajo en la compañía tecnológica Wyatt Corporation. Cuando manipula el sistema para ayudar a un amigo, es acusado de un delito federal. Su jefe Nicholas Wyatt (Gary Oldman), le propone un trato para evitar la cárcel: infiltrarse en la compañía de Jock Goddard (Harrison Ford), antiguo mentor de Wyatt, y actuar como espía industrial. Adam acepta y logra ascender rápidamente, descubriendo en sí cualidades que jamás imaginó poseer. Ahora su vida es perfecta; adora su trabajo, tiene un Porsche y sale con la chica de sus sueños. Y todo lo que tiene que hacer es traicionar a los que le rodean. (FILMAFFINITY).
Tengo la extraña creencia de que no hay películas malas, sino interpretaciones absurdas y faltas de motivación, guiones inservibles y cerca del propagandismo, direcciones ausentes de carácter (y sentido) o montajes poco realistas y propios de telefilms siesteros. En algún caso extremo, una combinación de ambas que no lo salva ni el presupuesto más abundante del Hollywood contemporáneo (Weinstein, tú tampoco). En otro, un punto intermedio entre todo lo anterior y una confusa mezcla de atribución de culpas como la que encontramos en ‘Paranoia’ (también conocida como ‘El Poder del dinero’, “¿Quién es el que tiene la brillante idea de traducir determinados títulos al español?” o “¿Por qué se vuelve a desarrollar fallidamente una idea que da tanto juego?”).
Y es que no es la primera vez que se representa en la gran pantalla el despiadado mundo empresarial actual, pero tampoco es la primera vez que se cae en los errores que antecesoras como ‘Wall Street: El Dinero nunca duerme’ o ‘Up in the air’ cometen. En la búsqueda por criticar los principios de las prácticas corporativas, la producción cae en los irrealistas recursos y prejuicios con los que otras producciones han tratado el tema, y que dan a la película un toque de surrealismo, amoralidad y lejanía con la realidad.
Reconozcámoslo. La industria cinematográfica ha producido grandes películas basadas en el sistema económico, pero en los últimos años está perdiendo el ritmo que le caracterizaba por ahondar en estas cuestiones y adaptar los avances tecnológicos a la temática en pos de producciones televisivas (que bien podrían ser llamadas cine en la pequeña pantalla) como ‘House of Cards’ o ‘Mad Men’. Culpemos a X, culpemos a Y, culpemos en este caso a un guión flojo en comparación con las pretensiones y las posibilidades que puede dar de sí esta trama.
Porque, fallos y pretensiones aparte, lo que nos ofrece ‘El Poder del Dinero’ es un thriller con tintes dramáticos que, si bien no aporta grandes innovaciones que el género no haya contemplado y los espectadores no hayan visto ya, trata de enfocar el conocido argumento del espionaje industrial y los entresijos corporativos hacia los avances que han supuesto este presente siglo. Una rejuvenecida ‘La Tapadera’ o ‘El Informe Pelícano’ con la industria tecnológica de fondo y unos Harrison Ford y Gary Oldman como secundarios que, planos aparte del torso de Liam Hemsworth, acaparan el centro de atención y protagonizan un duelo de titanes cual sendos billonarios, ya expertos en este noble arte de la producción. Y no culparé al señor Hemsworth de no mantener el ritmo ante fuerzas escénicas como Oldman, Ford, Josh Holloway o Richard Dreyfuss, pero sí al que creyera que, buena química aparte con Amber Heard, tuviera el suficiente carácter como para protagonizar un ’21 Blackjack’ 2.0 y pudiera manejar por sí solo el protagonismo de un film de estas características.
Es obvio que algunas historias no son grandes producciones que marcan un antes y un después. Pero no olvidemos que algunas tampoco pretenden serlo. Quizás no debamos juzgar a todas por el mismo patrón de exigencias, pero es el riesgo que se corre estrenando cerca de una reñida temporada de premios.
No seré yo la que niegue que no se colará entre los rankings de lo mejor de este 2014, pero sí la que piense que, ya sea por razones del tipo x o y, por una fotografía destacable o un reparto con el suficiente reclamo publicitario, ‘Paranoia’ conseguirá una taquilla aceptable. Amplia en tramas y en espectadores potenciales, se postula como el perfecto entretenimiento para fans de Oldman y Ford, del ídolo de masas Hemsworth y de los amantes extremos de cualquier tipo de variante del thriller como género. Guste a unos, aterre a otros, esto, queridos lectores, no creo que sean paranoias mías.
Lydia Martínez (@whataboutlydia)
EL PODER DEL DINERO
El poder del dinero; que podemos ver con el enfrentamiento de poderes económicos, del espionaje industrial o la falta de escrúpulos y ambiciones del argumento de este trabajo, que modesto, entretiene.
http://www.quepodemosver.com/2014/03/el-poder-del-dinero-critica.html
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