Título original: ‘The hustler’. País: EE.UU. Año: 1961. Duración: 135 min. Dirección: Robert Rossen. Guión: Robert Rossen & Sidney Carroll (novela de Walter Tevis). Música: Kenyon Hpkins. Fotografía: Eugene Shuftan (B&W). Reparto: Paul Newman, Jackie Gleason, George C. Scott, Piper Laurie, Myron McCormick, Murray Hamilton, Vincent Gardenia, Michael Constantine. Productora: 20th Century Fox. Género: Drama. Fecha de estreno (EE.UU.): 25/09/1961. Fecha de estreno (España): 09/09/1963.
Eddie Felson lleva jugando al billar unas cuarenta y ocho horas seguidas. Está extenuado, alcoholizado, ido, pero aún así sigue jugando, arriesgando todo cuanto le queda por seguir en la partida. Ha podido ganar, salir de la sala con un buen fajo de billetes en su cartera, pero lo ha dejado pasar. Quizás la victoria era demasiado para él.
Esa es la historia de su vida, un tipo de gran talento con el taco pero poca autoestima y gobierno de sí mismo. Un carismático canalla sin oficio ni hogar fijo que se dedica a vagar de acá para allá tratando de sacar pasta a algún primo para proseguir en ese círculo vicioso que solo le lleva a regodearse en sus propias miserias. Felson es incapaz de sentir una conexión real y profunda con nadie hasta que conoce a Sara en la cafetería de una estación de autobús, una chica solitaria y con evidentes problemas emocionales y de alcoholismo por la que siente una instantánea empatía. Parece que juntos la vida no es tan dura, comparten la carga de la soledad, el vacío hacia el que se abocan sus vidas. El jugador y la borracha, una pareja de inadaptados con un duro provenir en el horizonte, máxime cuando se cruce en su camino el señor Gordon, un tipo ruin y despiadado, una sanguijuela profesional que vive de explotar a los demás, exprimiendo el talento ajeno.
‘El buscavidas’ es una de esas películas de fama imperecedera, uno de esos clásicos del Hollywood dorado en el que se nos presenta una historia profunda y humana, rica en temas y conflictos morales, así como unos personajes con multitud de matices. Paul Newman crea uno de sus míticos personajes (25 años después le valdría el Oscar al Mejor Actor en la conseguida secuela ‘El color del dinero’, de Scorsese), un joven ‘nacido para perder’, un tipo tan acostumbrado a los palos de la vida que lo que le da verdadero pavor es ganar. Piper Laurie interpreta a Sara, un personaje complejo y atormentado, una chispa de luz en el oscuro mundo de Felson cuyo objetivo será ayudarle a ganar algo más valioso que el dinero: la confianza. El Gordo de Minnesota y el señor Gordon, interpretados por Jackie Gleason y George C. Scott respectivamente, son los secundarios claves de la cinta. El primero es el elegante campeón del billar, el hombre a batir, la meta a lograr por Felson. Gordon es el aprovechado, el cínico sin escrúpulos que vive por y para el dinero, un hombre ‘muerto por dentro’ movido por la codicia y la envidia.
A través del billar, y por ende del submundo del juego, las apuestas y el vicio, ‘El buscavidas’ nos habla de la vida y los riesgos inherentes a la misma: ganar, perder, creer, caer, levantarse… Demostrarse a uno mismo que vales, que puedes lograr las metas que te propongas, y del precio que a veces se ha de pagar por conseguirlas.
‘El buscavidas’ es una lúgubre sala de billares llena de humo y gente buscando la gloria, es un whisky JTS Brown, una pieza de jazz, es una sonrisa de ambición, es orgullo y es cobardía, es la fina línea que separa el fracaso del éxito.
‘Uno de los más populares deportes de interior: sentir pena por uno mismo. Deporte disfrutado por todos, especialmente por los perdedores natos’. Bert Gordon.
Alfonso Gutiérrez Caro (@Al_Runciter)