Por Juanma De Miguel de La Cabecita.
País: EE.UU. Año: 2010. Duración: 29 min. Director: Spike Jonze. Guión: Spike Jonze. Música: Sam Spiegel, Aska Matsumiya. Fotografía: Adam Kimmel. Reparto: Andrew Garfield, Sienna Guillory, Annie Hardy, Nathan Johnson, David Kramer,Daniel London, Aska Matsumiya, Richard Penn, Quinn Sullivan, Jason Barclay,Michael Berry Jr. Productora: Absolut Vodka. Género: Ciencia ficción / Drama. Estreno (EE.UU.): 21/01/2010.
Amor humano
Existe en la carrera de Spike Jonze dos partes bien diferenciadas, pero ambas notablemente brillantes que con tan solo tres largometrajes y un mediometraje (y un buen puñado de cortos y trabajos musicales) a sus espaldas, nos dejan bien claro que estamos ante uno de los cineastas más interesantes que ha dado Estados Unidos en los últimos años. Su primera etapa, la que comprenden ‘Cómo ser John Malkovich’ y ‘El ladrón de Orquídeas’, fue más bien un periodo de aprendizaje, no hay que negarle la autoría de éstas a un Jonze que ya mostraba ideas realmente innovadoras, pero estábamos ante un binomio donde la parte más importante la ponía Kauffman. Tras desligarse del guionista, pasaron siete años hasta que pudimos ver un nuevo trabajo de Jonze, en ‘Donde vive los monstruos’, se rebeló como un cineasta sumamente poético, con ese gusto imaginativo heredado de Kauffman, para narrar una historia excepcionalmente triste y tenebrosa acerca de la visión de la infancia, mimetizándose con el niño protagonista. ‘I’m Here’ sigue un poco la senda que marcó la adaptación del cuento de Sendak, acercándonos a una futurista historia de amor entre robots, un relato de amor triste y lúgubre, narrado con la tímida voz susurrante de Andrew Garfield.
‘I’m Here’ nos traslada a un futuro cercano, en donde los robots forman parte de la sociedad y se dedican a trabajos sociales. Se deja entrever, en pequeñas pinceladas, que son excluidos como grupo social diferente. Se encuentran completamente solos, y son pocos los humanos los que se acercan a ellos, cuando no es para recriminarles que hagan actividades como conducir, aunque nunca vemos ningún problema legal por esto, lo que parece ser todo una cuestión racial. En medio de ello se encuentra Sheldon, un robot bibliotecario con una monótona vida, se limita a ir a trabajar a la biblioteca, volver a casa en autobús y recargar su batería para el día siguiente. Su mirada es completamente triste, quizá, uno de los mayores hallazgos de la película, es la notoriedad que consigue la mirada de un robot, que resulta completamente humano, que transmite un completo abatimiento. La vida de Sheldon cambia por completo con la llegada de Francesca, su vida es completamente distinta, se dedica a vivir el momento sin preocuparse de las consecuencias. El amor que existe es completamente puro y nace desde dentro. Jonze usa a sus robots para hablar de una sensación completamente humana que nace desde lo más hondo.
La breve duración de la película, de apenas de treinta minutos, permite a Jonze hacer una narración completa que jamás sufre un altibajo. Tras unir a unos personajes, a los que perfila en cinco minutos con cuidada destreza, su relación de amor va siempre in crescendo, sin permitirse ni una sola pausa. Jonze nos mete de lleno en un amor autodestructivo, en una relación viciosa, tan pura, que el espectador pronto sabe que no tiene salida. La soledad a la que ha sido empujado Sheldon durante su vida, le hace volcarse de lleno en Francesca, con la más altruista necesidad de darlo todo por ello, por mucho que eso le cueste su propio bienestar. Pronto empezamos a sentir, que ella, despreocupada siempre por todo, encuentra en su pareja un colchón que le hace vivir la vida con mayor imprudencia. Aunque lo niegue, ella necesita que él se vuelque por completo y se entregue físicamente, con esos desmembramientos continuos que parecen hablar de una sociedad completamente sesgada.
‘I’m Here’ es el grito de un cineasta para demostrar que está aquí. Treinta minutos donde el amor fluye, con momentos llenos de vida, como el del bosque, y de dolor, como el de las escaleras. Una película en la que Jonze transmite la fuerza del amor entre dos robots que se sienten más humanos incluso de lo que lo hicieran los Wall·E y Eve de Pixar. El elemento narrativo puede ser una vil excusa por parte de Jonze de intentar comprender la sociedad actual con elementos alejados del día a día habitual, como lo eran esos monstruos de ‘Donde viven los monstruos’ o parece que lo será esa computadora con voz de Scarlett Johansson que aparecerá en ‘Her’, su próxima película, y que parece que seguirá la estela de sus últimos trabajos.
Juanma De Miguel (@banacafalata)
Pingback: Las mejores películas de ciencia ficción según los cinéfilos | LA VOZ EN OFF·
Simplemente enorme este corto, totalmente recomendable. Le dediqué una entrada en mi blog, por si te interesa echarle un vistazo: http://ironiassudoresysinceridades.blogspot.com.es/2014/02/im-here-de-spike-jonze-y-como-resetee.html
Me gustaMe gusta