‘Una canción para Marion’ es un ejemplo de superación personal. Cuenta la lucha interna de un jubilado gruñón por seguir adelante gracias a un elemento clave: la música.
Por momentos triste, por momentos alegre, la película es apasionante en todos sus sentidos y oculta moralejas vitales que te hacen reflexionar sobre cuestiones que pasan desapercibidas en el día a día.
Tiene un guión real, humano y creíble, que enganchara al espectador conmoviéndolo desde el minuto uno hasta un final escandalosamente sobrecogedor. La trayectoria es justa ,entretiene y convence en sus noventa y tres minutos de duración.
A pesar de tener buena fotografía, esta queda en segundo plano dejando paso a la música que dota a la trama de una armonía vibrante, peculiar y simbólica. A destacar a una positiva Vanessa Redgrave y a un sublime Terence Stamp cuyo papel evoluciona hacia una interpretación magistral.
La banda sonora a cargo de Laura Rossi, es clásica y con sabor a melancolía. Contiene temas como el mítico ‘Lullaby (Good night my angel)’ de Billy Joel, muy presente durante todo el filme, o ‘You are the sunshine of my life’ de Steve Wonder.
Paul Andrew William, director de películas del género de terror como ‘The Cottage’, vuelve con una película de estética sentimental que nos llevará hasta la mente de un grupo de jubilados rockeros haciéndonos reír y emocionarnos.
‘Una canción para Marion’ es la conmovedora historia de una superación humana a través de un elemento clave: la música.
Isa Polaina (@isapg2)