Dentro de poco llegará a nuestras pantallas (tarde, como mandan los cánones) la nueva entrega de la saga ‘Star Trek‘. Una serie de películas reservadas hasta hace poco para un sector en concreto de la audiencia llamados trekkies, dirigida por J.J. Abrams (‘Lost’, ‘Super 8’).
Con motivo del esperado estreno hemos querido echar la vista atrás y condensar la historia trekkie que tantas pasiones ha levantado, tanto a favor como en contra.
STAR TREK. LA SERIE DE TELEVISIÓN
Antes de convertirse en una película que es ya un clásico de la ciencia-ficción, y mucho antes de que J.J. Abrams volviera a dar forma a esta nueva gallina de los huevos de oro, ‘Star Trek’ nació como una extensa y aclamada serie de televisión creada por Gene Roddenberry. Cinco series desde 1966 con dos repartos diferentes y una serie de animación.
‘Star Trek’, posteriormente conocida como ‘Star Trek: La Serie Original‘ (1966) para distinguirla de sus posteriores spin-offs, narraba las aventuras de la nave estelar USS Enterprise y su tripulación, capitaneada por James T. Kirk (William Shatner) y su primer oficial, el Señor Spock (Leonard Nimoy).
La serie de televisión trataba con inteligencia hipótesis futurísticas situadas en el siglo XXIII desde un punto de vista inusitadamente filosófico. También popularizó una gran número de expresiones que ahora resultan comunes en la ciencia-ficción, tales como la velocidad warp o el teletransportador. Hay que destacar que en realidad el teletransportador nació como una alternativa menos costosa a los distintos viajes y aterrizajes para así ahorrar en presupuesto de efectos especiales.
‘Star Trek: La Serie Original’ no tuvo mucho éxito en sus comienzos. Sin ir más lejos, la serie fue cancelada tras la emisión de tres temporadas dados sus bajos índices de audiencia. Pero el éxito propiciado por sus posteriores reposiciones en televisión y el apoyo de sus fans hicieron replantearse a la productora retomar los personajes creados por Roddenberry. Lo que dio lugar a varios intentos fallidos de producir una película y a idear una secuela de la serie original, ‘Star Trek: Phase II’ que se quedó en la fase de proyecto.
STAR TREK: LA PELÍCULA
No es de extrañar que, visto el éxito de George Lucas y su ‘Star Wars’ en 1977, Paramount decidiese llevar al cine las aventuras galácticas del Capitán Kirk y el Sr. Spock en el año 1979.
En ‘Star Trek: La película‘ (1979), una misteriosa nube alienígena con un gran poder de destrucción se dirige a la Tierra. Al ser la única nave en rango del alcance, se encomienda a la USS Enterprise partir a su encuentro, de nuevo bajo el mando de James T. Kirk.
Una aventura galáctica cuyo estilo pausado y contemplativo bebía muchísimo del ‘2001: Una odisea del espacio’ de Kubrick más que de la trilogía de Lucas. La película retomaba el argumento de la serie con ligeros cambios que motivaron alguna que otra crítica por parte de los fans más incondicionales.
‘Star Trek: La película’ contó con la prestigiosa dirección del ganador del Oscar, Robert Wise (‘West Side Story’), director también de otras obras de ciencia-ficción como ‘Ultimátum a la Tierra’ y ‘La amenaza del andrómeda’.
La banda sonora de Jerry Goldsmith se convirtió en mítica al instante. Los efectos especiales creados por Douglas Trumbull y John Dykstra, aunque han envejecido, permitieron asombrosos planos de las naves espaciales, especialmente de la famosa Enterprise. Una estupenda aventura espacial llena de misterio y con una conclusión sorprendente convirtieron al film en un pequeño clásico que todo amante de la ciencia-ficción debería ver.
UNA TRILOGÍA. STAR TREK II, III Y IV.
‘Star Trek: La película’ fue todo un éxito a nivel comercial, por lo que no es de extrañar que la idea de continuar con la saga surgiera con rapidez.
El siguiente paso en las aventuras de la tripulación de la Enterprise acabó convirtiéndose en una trilogía de películas cuyos argumentos se encadenaban a la perfección.
Lo que resulta curioso es que, a pesar del éxito de la primera incursión de Star Trek en la gran pantalla, el presupuesto para la segunda entrega se redujo considerablemente. Incluso llegaron a emplearse metraje sobrante y decorados de la primera entrega.
Con ‘Star Trek II. La ira de Khan’ (1982), bajo la dirección de Nicholas Meyer (‘Los pasajeros del tiempo’), retomaron el argumento de uno de los episodios de la serie original para incluir uno de los villanos más famosos de la saga, Khan Noonian Singh, interpretado por el mexicano Ricardo Montalban. Un personaje con una indumentaria muy, muy hortera.
Esta segunda parte incidió más en la acción y cargó a sus protagonistas con un mayor peso dramático, pero acabó resultando bastante más inferior que su antecesora. Como si de un entretenido episodio de la serie se tratara, lleno de explosiones y con una sencilla historia de venganza.
Se dice que la película vio peligrar su taquilla cuando se filtró el guión y se descubrió que Spock moría. Para producir igualmente el efecto sorpresa, al inicio de ‘Star Trek II’ Spock fingiría su muerte en un entrenamiento para así dar la impresión de que la información filtrada se refería a ese momento de la película.
Para la tercera entrega, Leonard Nimoy aceptó volver a interpretar a su personaje de orejas puntiagudas bajo la condición de dirigir ‘Star Trek III. En busca de Spock’ (1984). Decisión más que acertada, pues el pulso narrativo y estético que Nimoy proporcionó a la saga hicieron de ‘Star Trek III’ y ‘Star Trek IV’ dos de las mejores y más entretenidas entregas de toda la saga.
‘Star Trek III. En busca de Spock’ retomó los acontecimientos de la entrega anterior, justo tras la muerte de Spock. Una película bastante divertida con momentos emotivos logrados, en la que ya asomaba la sobreactuación de Shatner (ese grito). Los efectos especiales de la Industrial Light & Magic fueron también un factor decisivo para el éxito del filme. Así como el protagonismo de los famosos Klingons, uno de ellos encarnado por Christopher Lloyd antes de interpretar al mítico Dr. Brown en la trilogía de ‘Regreso al futuro’.
Una vez rescatado de la muerte Spock, la cuarta parte de la saga siguió fiel a la continuidad temporal de la historia, situando a sus protagonistas en su último paradero conocido: el planeta Vulcano. ‘Star Trek IV. Misión: salvar la Tierra’ (1986) se convirtió en una de las películas más añoradas y queridas por los seguidores del Enterprise. Y es que en esta película el humor jugó una carta fundamental, debido a que sus protagonistas viajaron del siglo XXIII a la época actual, por aquel entonces 1986, dando lugar a numerosas escenas hilarantes de choques culturales. Fue impagable la escena del doctor McCoy en la que comparaba técnicas médicas actuales como la diálisis con la Edad Media y la Inquisición Española.
‘Star Trek IV. Misión: Salvar la Tierra’ fue también una película con un marcado mensaje ecologista y una clara denuncia contra la caza de ballenas. Los efectos de la ILM brillaron también, sobre todo en la reconstrucción de las ballenas. Fue además la película de la saga que más nominaciones a los Oscar recibió (Fotografía, Efectos de Sonido, Sonido y Banda Sonora).
En conjunto, la segunda, tercera y cuarta entrega de ‘Star Trek’ conformaron una trilogía bastante sólida que respiraba de la mejor aventura desenfadada con altas dosis de humor y buenos momentos emotivos. Eso sí, lejos del aura de misterio que desprendía la primera parte.
Y LLEGÓ EL BATACAZO
Aquí debieron de terminar las aventuras del Capitán Kirk y su tripulación. ‘Star Trek IV. Misión: salvar la Tierra’ habría sido un final más que digno para esta saga de viajes espaciales. Pero lamentablemente no fue así.
Nimoy no sería el único actor protagonista en tomar las riendas de la dirección. William Shatner se situó tras las cámaras en ‘Star Trek V. La última frontera’ (1989) , el peor capítulo de toda la saga con diferencia.
En un arrebato de egolatría, Shatner quiso convertir a su personaje en un héroe de formidables aptitudes físicas. Pero el Capitán Kirk ya estaba lo suficientemente mayor y barrigudo como para ponerlo a escalar con sus propias manos una montaña en vertical en la que es una de las escenas más ridículas de todo el universo ‘Star Trek’.
La película tampoco mejoró con el tiempo. ‘Star Trek V. La última frontera’ fue una pretenciosa y, lo que es peor, aburrida misión en busca de un supuesto dios en un planeta desconocido. Muchas preguntas y pocas (y ridículas) respuestas en una película que acabó alzándose con tres premios Razzies, los tres para Shatner.
No es para menos. En ella Shatner dio rienda suelta a sus aficiones como la hípica o el tabaco, además de incluir una historia amorosa sin sentido entre dos miembros de la tripulación, Scotty y Uhura, y un hermanastro para Spock. Ya era hora de jubilar a la Enterprise, aunque haberlo hecho con esta película habría dejado una amarga despedida.
Afortunadamente, ‘Star Trek VI. Aquel país desconocido’ (1991) consiguió levantar el vuelo de la saga, lo que tampoco era una tarea difícil vistos los resultados del episodio anterior.
De nuevo bajo la dirección de Nicholas Meyer, esta sexta entrega versó sobre el supuesto fin de la interminable guerra con los Klingons. Argumento claramente influenciado por la caída del muro de Berlín en 1989.
La película contó con la intervención del recién oscarizado Christopher Plummer y con la participación de la, después chica ‘Sexo en Nueva York’, Kim Cattral en un divertido papel de vulcaniana.
El estreno de ‘Star Trek VI. Aquel país desconocido’ coincidió además con el 25 aniversario de la saga galáctica, fecha también en la que tristemente su creador, Gene Roddenberry, falleció.
La película retomó las tendencias diplomáticas y pacifistas por las que se caracterizó la serie original sin dejar de lado la aventura y el entretenimiento, con un planeta prisión incluido. Terminó por ser un ameno y más digno broche final para una época que ya había llegado a su punto final.
GO BOLD-LY…
Tras el fallecimiento de Gene Roddenberry, Rick Berman tomó el relevo en la producción de ‘Star Trek’, así como Patrick Stewart hizo lo mismo con los mandos de la mítica Enterprise.
Era necesario una nueva generación de actores que tomasen el testigo de la saga. Para ello recurrieron al Capitán Picard y su tripulación de la longeva serie de televisión ‘Star Trek: La nueva generación’ (1987) situados casi un siglo más tarde de los acontecimientos de la serie original. Personajes creados además por el propio Gene Roddenberry, como el simpático Data interpretado por Brett Spinner como hábil remedo del vulcano Spock.
A pesar de que ‘Star Trek. La próxima generación’ (1994) suponía el inicio de la historia de una nueva tripulación para la Enterprise, contó con la lamentable (y obstinada) última presencia de William Shatner que le hizo merecedora del premio Razzie. La película contó además con secundarios famosos como Malcolm McDowell en el papel del villano y Whoopi Goldberg.
Con unos efectos especiales mejorados, ‘Star Trek’ iniciaba así una nueva etapa en su historia que no terminó de convencer a la mayoría.
Pero con ‘Star Trek: Primer contacto’ (1996) volvieron las esperanzas para los trekkies. Calificada por muchos como una de las mejores películas de toda la saga, ‘Star Trek: Primer contacto’ volvió a hacer pivotar su argumento en torno a los viajes en el tiempo.
Con unos logrados villanos, una ambientación claustrofóbica y un hábil sentido del ritmo, su director Jonathan Frakes consiguió una de las cintas más entretenidas y accesibles para los no avezados en el universo trekkie.
Pero las ilusiones de sus fans duraron poco y la saga empezó a desinflarse rápidamente. ‘Star Trek. Insurrección’ (1998) y ‘Star Trek. Némesis’ (2002) poco aportaron a la serie de películas. Empezaron a sufrir síntomas de desgaste que se tradujo en un profundo desinterés por parte del público.
Por si fuera poco, había comenzado en el cine una nueva etapa de efectos digitales con películas como ‘Matrix’ y la nueva trilogía de ‘Star Wars’ en la que ‘Star Trek’ poco tenía que hacer. Si querían continuar con lo que ya se había convertido en una tradición, la saga necesitaba un lavado de imagen, borrón y cuenta nueva. Todo ello de la mano de alguien que supiese mejor que nadie cuáles eran las demandas de las nuevas generaciones. Y así fue.
FROM ‘LOST’ TO THE ‘TREKKIE’
J.J. Abrams, uno de los principales perpetradores de una de las series de televisión más influyentes de la historia reciente, fue el encargado de tomar los mandos de la Enterprise y devolver la saga a su público.
¡Y de qué forma! ‘Star Trek’ (2009) conquistó al público de tal manera que llegó a atraer a las salas espectadores que hasta hace poco repudiaban del universo trekkie (entre ellos un servidor). Abrams llevó a sus protagonistas, los de la serie original, a su comienzo, partiendo desde el nacimiento del propio Capitán Kirk.
Esta jugada también le valió ciertas críticas por parte de quienes afirmaron que Abrams había olvidado el espíritu de la saga original, reemplazando los argumentos y tendencias diplomáticas a favor de la acción y los efectos especiales.
Es cierto que a partir de este ‘Star Trek’ la saga original sufrió una cierta desnaturalización pero, ¿a quién le importa? Seamos sinceros. A estas alturas resulta casi imposible sentar a un adolescente para contemplar las aventuras del Capitán Kirk de Shatner con sus minifaldas, efectos especiales caducados y tramas de lento avance.
Abrams le hizo un gran favor a la serie al volver a conectar con un público que había casi olvidado a la Enterprise. Lo que tampoco nos habría de sorprender al tratarse del mismo director que nos convirtió en adictos a las series de televisión.
Hay que señalar también que Abrams se centró más en el ritmo de la película más que en la construcción de la relación de sus personajes. A nivel visual, aunque acorde con los tiempos, Abrams abusó de los movimientos de cámara, especialmente de la técnica del «lens flare» hasta tal punto que incluso él mismo lo admitió («I wanted a visual system that felt unique. I know there are certain shots where even I watch and think, ‘Oh that’s ridiculous, that was too many.‘ But I love the idea that the future was so bright it couldn’t be contained in the frame«).
Chris Pine y Zachary Quinto fueron los nombrados para volver a encarnar los míticos personajes de James T. Kirk y el señor Spock. ‘Star Trek’ contó también con secundarios de lujo como Zoe Saldana, Eric Bana o Simon Pegg, además de un todavía desconocido Chris Hemsworth (‘Thor’) en el papel del padre del Capitán Kirk.
Una estupenda película de aventuras con un gran ritmo, acción trepidante y grandes dosis de humor supuso el punto de partida para una nueva saga que contaría de nuevo con la dirección de J.J. Abrams en su secuela ‘Star Trek. En la oscuridad‘ (2013).
Solo nos queda desearle una cosa a esta nueva tripulación: larga vida y próspera.
Genial resumen de toda la saga- Mi más sincera enhorabuena y gracias.
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Muchísimas gracias a ti 🙂
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